Mi filosofía
Mi filosofía nació cuando tenía como trece o catorce años. Es que cuando te sientes solo y tienes tanto tiempo para rascarte o mirar techos proféticos, filosofas, filosofas y filosofas.
El amor, la religión, Dios, el alma, el sentido de la vida, el pecado, el bien y el mal, etc, etc, etc. Y así podría seguir hasta el infinito... Lo que pasa es que a veces mi cabeza roba esas preciosas horas de sueño para pensar en todo eso y más, hasta para inventar novelas estúpidas de vidas que no existen y que provocan llantos y sueños húmedos.
Así fue como esa filosofía nació, pero también creció, se reprodujo y actualmente, me encuentro contemplando sus últimos estertores. Simplemente hay que aprender a decir adiós aunque duela, aunque cueste. Puede que sea tiempo de que una nueva filosofía nazca, que se alimente de otros frutos y que pasee por otros jardines, aunque pienso que será difícil. Claro que esa puede ser una simple figuración mía, causada por el estado de duelo.
Filosofía, prefiero vestirme de blanco en tu entierro, prefiero echar flores a tu cadáver con una triste sonrisa, pero sonrisa al fin y al cabo. Pasamos momentos hermosos y mis recuerdos siempre estarán ahí. Tuve que perderte para poder recuperarme y luego de tanto tiempo, vuelvo a ser ese individuo tan simple y tan amorfo para los demás. Y así está muy bien para mí. Creo que por tanto pensar terminé creyendo que debía ser otra para poder ser lo que soy, porque en realidad lo que soy me agrada mucho. Pero ya no te necesito, si te dejara con vida, conectada a una máquina, sería solamente por la nostalgia del pasado. Lo mejor para ambas será tu muerte, pues al fin y al cabo, sobrevivirás en mis más profundos recuerdos e ideas sobre los misterios de la vida.
Y así, en mi muerte te reencontraré y quizás seas la última imagen que mi mente se dé la molestia de fabricar. Muchas gracias por todo y fluye, solamente fluye....