Secretos, mentiras, verdades

Yo sólo me dedicaba a vivir y de pronto me llegó el saber, el conocer... Descubrí que había mucho amor en el universo y que había personas designadas par llevar dentro suyo grandes cantidades de él. Pero también descubrí las mentiras, las calamidades, la enfermedad, la iniquidad. Muchas canciones que jamás escuché, pero que sentí fluir a través mío, como si fuera un palo de lluvia, me hicieron sentir que la respuesta a esos males se encontraría en la verdad.

Pero qué es la verdad? Cómo reconocerla si la tengo en frente? Será de color verde o azul, estará sonriente o triste, es un objeto o un ser vivo, es orgánica o inorgánica, es día o es noche. Ni siquiera tenía la leve idea de como se vería, como sabría que era ella.

Un día me di cuenta de que era verde y azul, que era día y era noche, que era objeto y ser viviente, que era música y era silencio, que era lágrimas y era alegría, que era amor y que era muerte, era muchas cosas y era nada al mismo tiempo. Descubrí que a veces es una carga y que a veces es un sueño reparador, pero que a no todas las personas les agrada o que no saben como tratarla. Simplemente creo que nos les hace bien.

Muchas verdades llegaron a mi campo visual, a mis manos, a mis pensamientos. Algunas las compartí, otras me las quedé. Pensé que todas ellas traían el bien y el descanso del espíritu, al menos pensé que todas las personas lo creían así, hasta que descubrí que hay algunas que enloquecen, carcomen el alma, destrozan el espíritu.

Cometí el error de no guardarlas o esconderlas o eliminarlas, las revelé. Y el mundo se deshizo, se convirtió en una chispa de luz chiquitita e implosionó. No quise que tantos seres vivos murieran para que una verdad regordeta y burlona existiera, no pensé que la Verdad causaba tanto mal y hasta preferí a mil mentiras adulonas y zalameras a mi lado, pero ya era tarde.

Perdón hermoso mundo de ojos de color indefinido por haberte hecho trizas. Adiós Verdad. Lo único que ahora sé es que realmente el camino al infierno está hecho de buenas intenciones. Y no sé si realmente el amor será suficiente ya.